EEUU imputa a 14 miembros de la FIFA y allana sede
de la CONCACAF en Miami
La justicia de EEUU
anunció hoy la imputación de nueve directivos de la FIFA y cinco
empleados del organismo por conspiración y corrupción; entre ellos el uruguayo
Eugenio Figueredo (que reemplaza a Grondona en la vicepresidencia), el brasileño José María Marín, el costarricense Eduardo Li,
el venezolano Rafael Esquivel y el nicaragüense Julio Rocha.
La investigación
"se extiende al menos a lo largo de dos generaciones de directivos del
fútbol, sospechosos de haber abusado de sus posiciones para hacerse con
millones de dólares en sobornos y retrocomisiones", según se indicó en un
comunicado de la secretaria de Justicia de EEUU.
El anuncio coincidió
con un registro en las oficinas de la CONCACAF (Confederación de Norteamérica,
Centroamérica y el Caribe de Fútbol) en Miami (Florida), como parte del caso, y
después de que las autoridades suizas detuvieran a siete directivos del mundo
del fútbol su lugar de reunión en Zúrich,
poco antes del Congreso anual de la FIFA en el que su titular, Joseph Blatter, busca su reelección.
Entre los detenidos
están Figueredo, Marín, Li, Esquivel y Rocha junto al trinitario Jeffrey Webb,
vicepresidente de la FIFA y actual presidente de la CONCACAF y su adjunto Costa
Takkas de Islas Caimán (que tiene poco fútbol pero muchos bancos), según un comunicado del Departamento de Justicia
estadounidense. Entre los implicados
están además el paraguayo Nicolás Leoz, que presidió la Confederación
Sudamericana de Fútbol (Conmebol) hasta 2013.
Los cargos también
implican a Alejandro Burzaco de la empresa Torneos y Competencias y Aaron
Davidson, presidente de la empresa Traffic Sports USA, así como Hugo y Mariano
Jinkis, directivos de Full Play Group. Marín, de origen
español y que preside la Confederación Brasileña de Fútbol, participaba también
de la organización de los juegos olímpicos de Río 2016.
Las acusaciones
contra los imputados se relacionan con casos de corrupción en el curso de las
dos últimas décadas y que tendrían que ver con las atribuciones de sedes para
los Mundiales, los derechos de mercadeo y televisión (en esto se encuadran los argentinos marcados) por los cuales incurrieron
en delitos como fraude, estafa y lavado de dinero.
Según The Wall
Street Journal, un miembro estadounidense del comité
ejecutivo de la FIFA, Charles “Chuck” Blazer, comenzó a cooperar con el FBI y dio información sobre presuntas
maniobras de fraude. Blazer fue, entre 1990 y 2011, el secretario general de la
Concacaf y, aparentemente, habría acordado grabar sus conversaciones con otros
ejecutivos de la FIFA porque estaba amenazado por un tema impositivo. También reconoció haber recibido varios millones como recompensa.
Teniendo en cuenta este tema, las sedes de los dos próximos mundiales, en Rusia 2018 y en Qatar 2022, están en duda y se revisarían las designaciones. Para esta última designación tuvo una acción muy destacada el fallecido presidente de AFA Julio Grondona.
Alfredo Nicolás Armiento